Nuestro cuerpo es una maquina la cual debemos cuidar de manera prioritaria, cada vez más personas se preocupan por la calidad y cantidad de los alimentos que ingieren, se esfuerzan por hacer actividad física, recurren a medicinas alternativas preventivas y demás prácticas que contribuyen a mantener la salud y proteger nuestro organismo.
Pero, ¿qué pasa con nuestro cerebro? ¿Sabías que el cerebro también es un músculo? Y como todo músculo necesita que se lo estimule y se lo tonifique para que siempre esté activo y nos permita ser nosotros mismos.
Es realmente triste ver cómo se apaga la vida de una persona que supo ser activa y que desarrolló una personalidad fascinante.
El deterioro neuronal hace que los seres humanos dejemos de ser quienes fuimos para ni siquiera poder recordar las caras y los nombres de nuestros seres queridos o incluso los hechos más trascendentales e importantes de nuestra vida.
Una menta activa es siempre un campo fértil en que el podemos sembrar conocimientos, anécdotas, historias, nombres, fechas y millones de ideas que sólo pueden generarse en la mente de cada individuo de manera única, porque nadie es igual a otro y cada uno de nosotros es irrepetible.
Hoy no vamos a hablar de remedios caseros, porque en realidad apuntamos a que busques tu propia medicina preventiva según tus gustos y posibilidades y hagas de ello tu sistema preventivo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.
Para ayudarte a cuidar tu cerebro te daremos algunos consejos que puedes poner en práctica en cuanto termines de leer este artículo.
A saber:
– Ejercita tu cerebro:
Leer, aprender un idioma, resolver juegos de agilidad mental o incluso ayudar a tus nietos a hacer su tarea, pueden ser aliados para evitar que tu cerebro se desgaste y vaya perdiendo con los años la elasticidad y el dinamismo.
– Vitamina D:
Esta vitamina es indispensable para mantener sano el cerebro y ayuda a protegernos de enfermedades como el Alzheimer.
Podemos absorber la vitamina D a través del sol o incluso incorporar algún complejo vitamínico como refuerzo.
– Actividad física:
Mantener el cuerpo en movimiento es bueno para todos los órganos y el cerebro es uno más de los que se ve beneficiado.
Al menos 30 minutos diarios de caminata, la práctica de un deporte o incluso la natación pueden ser de mucha utilidad.
– ¡Cuidado con los excesos!
Sabemos que el alcohol y el tabaco no contribuyen en nada a cuidar nuestra salud.
Reduce el hábito del cigarrillo y la ingesta de alcohol, que pueden ser desencadenantes de enfermedades de todo tipo, incluidas las mentales.
– Relaciónate con otras personas:
Sociabilizar alivia el estrés y nos aleja del aislamiento.
Vivir una vida solitaria y sin intercambio con otros es el preámbulo para la depresión y puede ser el punto inicial para el deterioro cerebral.
– Evitar lesiones en la cabeza:
Este es un punto que sí podemos controlar en cierta forma porque tiene que ver con la prevención de accidentes que puedan generar golpes en la cabeza y sus nefastas consecuencias.
– Control general:
Un chequeo periódico de tus índices de colesterol y presión arterial pueden ponerte en estado de alerta sobre posibles complicaciones a futuro.
Cuida tu salud física para que repercuta de manera positiva en tu salud mental.
– Vitamina B:
La vitamina B tiene una relación directa con la funciones cognitivas del cerebro.
Ayuda a tu capacidad neuronal a no perder su energía y dinamismo incrementando el consumo de esta vitamina.
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